El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decretó el estado de emergencia en Luisiana por la tormenta tropical Isaac, informó ayer la Casa Blanca.
Obama tomó esta decisión tras sostener consultas con el jefe de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate. En conversaciones telefónicas con los gobernadores de los estados de Alabama, Luisiana y Misisipi y con el alcalde de Nuevo Orleans, el presidente les prometió todos los recursos necesarios para hacer frente al desastre natural.
La tormenta Isaac, con epicentro que se encuentra cerca de la costa de Florida, está cobrando intensidad. Se prevé que se convertiría en huracán de categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson con vientos de hasta 160 kilómetros por hora y azotaría el litoral meridional de Estados Unidos en la región de Nueva Orleans la noche del martes al miércoles.
El Partido Republicano tuvo que posponer para este martes, 28 de agosto, la inauguración de su convención en Tampa en la que Mitt Romney será promovido candidato oficial a la presidencia de EEUU.
La Guardia Nacional ya trasladó a la región decenas de aviones y helicópteros, así como varias unidades especiales para paliar los posibles efectos de la tormenta y proceder a la evacuación de la población en caso de necesidad.
Anteriormente, el huracán Isaac que se debilitó hasta la tormenta tropical, pasó por Haití, causando al menos siete muertos, y a lo largo de las costas de Cuba, donde ocasionó fuertes daños a las líneas de transmisión eléctrica.
