Al menos ocho personas murieron y 167 resultaron heridas a causa de dos terremotos de 4,5 y 5,1 grados que la tarde del miércoles sacudieron la ciudad española de Lorca (provincia de Murcia), en el sureste del país ibérico, según las autoridades locales.
Inicialmente las autoridades reportaron 10 muertos, pero posteriormente el balance de víctimas mortales re redujo a ocho personas. Por otro lado, se informa que tres de los heridos se encuentran en un estado muy grave.
Según el alcalde del municipio, Francisco Jódar, más de 20.000 personas pasaron la noche en la calle en zonas especialmente habilitadas para ello. Las autoridades locales pidieron a centros comerciales que suministren agua, alimentos y mantas a los afectados.
Los movimientos telúricos causaron importantes daños al patrimonio arquitectónico de la ciudad, de más de 92.000 habitantes. Así, se cayó la campana del campanario de un convento local y después, se derrumbó el propio campanario.
El Gobierno de España ordenó el envío a la zona afectada de una Unidad Militar de Emergencias integrada por 350 efectivos con capacidad de búsqueda y rescate.
Los terremotos se produjeron a las 17.05 y 18.47 hora local (15.05 y 16.47 GMT respectivamente). Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la segunda de las sacudidas fue más fuerte, con 5,1 grados en la escala de Richter, y su epicentro se localizó a 50 kilómetros de Murcia, capital de la provincia, y a una profundidad de 1000 metros.
Se trata del mayor seísmo que España sufre desde 1956, año en que un terremoto mató a 12 personas e hirió a otras 70 en Andalucía.
La prensa local informa que tras los dos temblores principales se registraron más de 30 réplicas.
