Moscú, 10 de agosto, RIA Novosti. Una de cada tres empresas de los países europeos de habla alemana está dispuesta a poner en marcha una fábrica en Rusia los próximos 5 años, aunque hasta hace poco preferían invertir en Hungría, República Checa y Eslovaquia, escribe hoy el diario RBK Daily, en base a un sondeo.
Según el rotativo, el motivo reside en el deseo de entrar en un mercado extenso y dinámico con clientes grandes.
Según un sondeo, realizado entre 111 empresas grandes y medianas con sedes en Alemania, Austria y Suiza, los planes de expansión del 36% de los encuestados están relacionados con Rusia.
En cambio, sólo una de cada cinco compañías está dispuesta a construir nuevas fábricas en algún país como la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia.
El segundo puesto como país más atractivo para los inversores fue Ucrania, para sorpresa de los propios encuestados, de los que un cuarto aseguró tener la intención de poner en marcha un proyecto industrial en esa antigua república soviética.
Según expertos, las empresas occidentales están ansiosas por extender su mercado a Rusia y Ucrania incluso a pesar de que la legislación y la situación política en ambos países aún dejan mucho que desear.
Cabe destacar que la crisis apenas sí ha afectado el atractivo de Rusia para las empresas de Europa Occidental, tan sólo se canceló una pequeña parte de loa proyectos. Ahora, la situación ha mejorado.
Los resultados del sondeo no son sorprendentes, ya que muchas empresas alemanas, austriacas y suizas ya tienen proyectos en marcha en Europa Central. Por otro lado, el flujo de inversiones a Rusia no es muy grande por ahora, sobre todo en la industria de transformación en la que las compañías de los tres países tienen una posición tradicionalmente fuerte.
Los países de Europa del Este miembros de la Unión Europea son atractivos por la mano de obra bastante barata. En cambio, Rusia y Ucrania seducen a los inversores con su mercado grande y en crecimiento rápido.
Además, el extenso mercado ruso supone la presencia de grandes clientes, algo muy importante sobre todo para sectores como las industrias automotriz y química o la metalistería.
Según la Cámara Ruso-Alemana de Comercio Exterior, otras de las ventajas de invertir en Rusia para las compañías alemanas son su sistema fiscal favorable, zonas de libre comercio y bajo nivel de competitividad.
