Astana, 29 de junio, RIA Novosti. Los conflictos étnicos en Kirguizistán representan un peligro para toda la región de Asia Central, declaró hoy el presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbaev.
"La consecuencia más amarga de los enfrentamientos en Kirguizistán consiste en la posibilidad de sembrar la semilla de la discordia entre otras naciones de la región", dijo Nazarbaev durante la inauguración de la Conferencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sobre la tolerancia y no discriminación en Astana.
Según el líder kazajo, los disturbios en el país vecino amenazan a la estabilidad en la zona y representan un peligro para los miembros de la OSCE.
"Se debilita el frente de la lucha contra el terrorismo internacional y el extremismo en la frontera con Afganistán. El caos y la desestabilización sólo ayudan a los traficantes de estupefacientes, armas y personas", señaló el mandatario kazajo.
Nazarbaev además abogó por la creación de un Centro de la OSCE para asuntos de tolerancia y no discriminación, que contribuiría a la solución de conflictos étnicos.
Los choques entre kirguíses y uzbekos comenzaron la noche del pasado 10 de junio en Osh, segundo en importancia centro regional de Kirguizistán. Estos brotes de violencia étnica, los más graves en los últimos 20 años, se extendieron al poco tiempo a la vecina región de Jalal Abad dando origen a disturbios públicos, incendios, pogromos y merodeo.
Disturbios en Kirguizistán. Infografía 
Según datos oficiales, los enfrentamientos étnicos en Kirguizistán dejaron un saldo de al menos 294 muertos y más de 110.000 refugiados.
