Tel Aviv/Gaza, 18 de marzo, RIA Novosti. El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Liebermann, calificó ayer de "infundada" y "discriminatoria" la exigencia de la comunidad internacional de suspender la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Jerusalén Este.
"Prohibir a los judíos construir en Jerusalén Este carece de fundamento. Si prohibiéramos a los árabes del Este a vivir en Jerusalén Oeste se diría que somos un Estado de apartheid", dijo el Canciller israelí tras una reunión con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.
Liebermann se expresó en estos términos para defender la legitimidad de los nuevos asentamientos judíos en Jerusalén Este.
El titular de Exteriores de Israel aprovechó para instar a las autoridades palestinas a reanudar las negociaciones de paz sin imponer condiciones previas.
Por su parte, Catherine Ashton declaró que el objetivo principal de su visita a Israel es "la demostración del compromiso de la UE con el proceso de paz (en Oriente Próximo) y la intención de contribuir a la reanudación de las negociaciones".
La diplomática también se reunió con el jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien le transmitió su preocupación por la actuación de las autoridades de Israel.
El diálogo directo entre autoridades israelíes y palestinas se interrumpió a finales de 2008, a raíz de la operación militar israelí en la Franja de Gaza. La ANP condiciona su reapertura al cese total de la construcción de asentamientos judíos en los territorios ocupados.
