Ankara, 11 de febrero, RIA Novosti. El presidente de Turquía, Abdallah Gül, confirmó la decisión de su país de continuar el proceso para normalizar las relaciones con Armenia.
El mandatario turco se expresó en estos términos en un mensaje de respuesta a su homólogo armenio, Serzh Sargsyan, publicado en la página web de la administración presidencial.
Sargsyan remitió el pasado 9 de febrero una comunicación oficial a Gül, en la que destacaba el papel clave de las autoridades de ambos países para la destrucción de estereotipos en las relaciones armenio-turcas y la creación de una atmósfera de confianza mutua.
"Comparto sus reflexiones. Los esfuerzos comunes para el arreglo de las relaciones bilaterales entre Armenia y Turquía han revivido la esperanza de la paz en nuestra región llena de conflictos", señaló el presidente turco en su mensaje.
Gül además subrayó la importancia de la superación de prejuicios entre dos pueblos vecinos y la recuperación de la comprensión mutua, como factores principales para la normalización de las relaciones.
Entre Armenia y Turquía no existen relaciones diplomáticas y la frontera entre los dos países permanece cerrada desde 1993 a iniciativa de Ankara a raíz del conflicto en Alto Karabaj.
Bajo la mediación de Suiza, los representantes de Ereván y Ankara iniciaron en 2007 negociaciones para normalizar sus relaciones que culminaron en octubre de 2009, con la suscripción de protocolos sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el desarrollo de relaciones bilaterales.
No obstante, ambos documentos todavía deben ser ratificados por los parlamentos respectivos de ambos países.
El pasado 12 de enero el Tribunal Constitucional de Armenia dictaminó que los protocolos armenio-turcos no contradicen la Carta Magna del país caucásico.
Además, la víspera, el presidente armenio manifestó su disposición de remitir los protocolos armenio-turcos al parlamento para su correspondiente ratificación.
Al mismo tiempo, Sargsyan advirtió que el éxito de la normalización de relaciones estará en peligro si Turquía dilata el cumplimiento de sus compromisos.
