Moscú, 10 de febrero, RIA Novosti. Un equipo de investigadores diseñó el sensor más diminuto del mundo que puede funcionar durante muchos años con energía solar y tiene diferentes aplicaciones, informó la Universidad de Michigan (EEUU).
"Es un dispositivo capaz de funcionar durante un tiempo casi ilimitado, si se alimenta de forma regular con luz, natural o artificial", dijo la víspera el profesor David Blaauw, uno de los autores del invento.
El único factor que limita la vida del sensor es el desgaste de la batería que ocurre en un plazo de varios años, anotó Blaauw durante la presentación del invento en la conferencia Solid-State Circuits en San Francisco.
El nuevo sensor tiene medidas de 2,5x3,5x1 milímetros, que le convierten en el dispositivo mil veces más pequeño que cualquiera de características similares existente en el mercado y también consume 2.000 veces menos energía.
Se encuentra en modo de espera la mayor parte del tiempo, realizando mediciones una vez cada varios minutos.
Los autores del invento confían en que tenga aplicaciones en diferentes ámbitos, como la medicina o el medio ambiente.
Implantado en el cuerpo humano, puede utilizarse para realizar seguimientos de la presión ocular, intracraneal o intratumoral en pacientes con glaucoma, cáncer o lesiones cerebrales.
Además, tras las modificaciones pertinentes, podría alimentarse con la energía de los movimientos o del calor del cuerpo humano.
Asimismo, puede usarse en redes de sensores que se emplean para el seguimiento del estado de grandes construcciones, como puentes, o de cambios ambientales en ciudades o territorios alejados.
