El monopolio gasífero de Rusia podría perder hasta 3,5 mil millones de dólares anuales por la obligación de adquirir una cantidad fija del gas en Turkmenistán, Kazajstán y Uzbekistán, escribe hoy Nezavisimaya Gazeta en un artículo titulado "Gazprom cae en la trampa centroasiática".
"Es lo que cuesta la posición monopólica en la importación del combustible desde estos países", señaló Dmitri Alexándrov, experto de la inversora Financial Bridge.
Gazprom se comprometió a comprar en las naciones centroasiáticas más de 70.000 millones de metros cúbicos al año, a precios medios del mercado europeo. Dicha cantidad equivale a un 14% del volumen que genera en Rusia. Si no fuera por este compromiso, no habría necesidad de reducir ahora la producción doméstica.
El grupo gasista produce estos días un 25,3% menos que en marzo de 2009 porque la demanda exterior e interna de su combustible ha disminuido a raíz de la crisis. El contrato centroasiático resulta desventajoso pero a Gazprom no le queda otro remedio sino acatarlo en detrimento de la producción interna.
