Moscú, 1 de diciembre, RIA Novosti. Las autoridades rusas abrieron una investigación penal por "vandalismo" a raíz de la explosión que el pasado domingo provocó heridas leves a dos personas en una iglesia del sur de Moscú, escribe hoy la prensa local citando fuentes policiales.
El incidente se produjo en la Iglesia de San Nicolás, un edificio de madera construido en 1957 en el barrio de Biriuliovo, en lugar de un templo homónimo destruido por un incendio un año antes.
De acuerdo con la versión preliminar, dos jóvenes de unos 16-17 años entraron en la iglesia durante una misa, cuando en el interior había medio centenar de personas. Antes de retirarse, dejaron cerca de la entrada una bolsa con un tarro de vidrio dentro. En el fondo se encontraba un artefacto explosivo de producción casera cuya potencia equivalía a 50 gramos de trilita. La detonación causó heridas a un hombre y a una mujer.
El arcipreste Vsévolod Chaplin, subjefe de Asuntos Exteriores en el Patriarcado de Moscú, ve en este delito "claros rastros de mala intención en contra de la Iglesia y los creyentes", lo mismo que en el reciente incendio de la casa de un monje en las afueras de Yaroslavl.
Los creyentes ortodoxos, en su opinión, deberían pensar en alguna manera de "mejorar la protección de catedrales y sacerdotes". "Es una pena que la ley no proscriba la proliferación incontrolada de cultos satánicos y anticristianos, igual de peligrosos que el nazismo", dijo.
El sacerdote Vladímir Viguilianski, portavoz del Patriarcado de Moscú, recordó otro crimen que tuvo lugar en Moscú recientemente: el robo de una capilla durante el cual fue asesinada una vendedora de velas. "Es una demostración de que la moral está por los suelos. Si se cometen crímenes contra niños y sacerdotes, vivimos en una sociedad enferma".
