Lima, 13 de mayo, PL, para RIA Novosti. Eduardo Rodríguez-Baz, enviado especial. Representantes de 60 países latinoamericanos, caribeños y europeos comenzarán hoy aquí a diseñar las estrategias que ambas regiones deberán adoptar en el futuro inmediato para salvar a la humanidad de los flagelos que la agobian.
Los debates versarán sobre la lucha contra la pobreza, la defensa del medio ambiente y la búsqueda de soluciones a la crisis mundial de alimentos, temas que hasta el venidero sábado centrarán la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE).
Precisamente, los encargados de abrir las deliberaciones este martes -y continuarán mañana- serán los expertos o funcionarios de alto nivel de las naciones participantes en este foro birregional, cuya primera edición se celebró en 1999 en Río de Janeiro.
Durante dos días, los técnicos deberán definir iniciativas concretas para disminuir la pobreza, combatir los efectos del calentamiento global y avanzar en una serie de acuerdos que mitiguen la crisis por la carestía de los alimentos en el planeta.
El próximo jueves será el turno de los ministros de Relaciones Exteriores, quienes un día después pasarán la batuta a los jefes de Estado y de Gobierno de ALC-UE, encargados de firmar la llamada Declaración de Lima.
Como colofón de la magna cita, los europeos se encontrarán el sábado, por separado, con los distintos bloques económicos de Latinoamérica para pasar revista a los acuerdos comerciales suscritos por las dos zonas en los últimos años.
A juicio de analistas, el desafío para la UE consistirá en reforzar o reactivar, según el caso, las relaciones con un subcontinente que en el pasado tuvo una mayor aproximación a Estados Unidos y que ahora vuelca su mirada a Asia, en especial a China.
A la primera Cumbre en Río le siguieron las de Madrid (2002), Guadalajara, México (2004) y Viena (2006).
En su condición de anfitrión, el gobierno peruano se propuso como reto buscar que esta quinta edición del encuentro birregional elabore la denominada Agenda de Lima contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión.
Misión harto difícil si se tiene en cuenta que en América Latina vive una cuarta parte de los más de 800 millones de pobres del planeta.
