La llegada al poder de Silvio Berlusconi en Italia ofrece a la Aeroflot la oportunidad de adquirir a la italiana Alitalia. Pero el transportista aéreo ruso acogió sin entusiasmo la nueva.
En la rueda de prensa, ofrecida el pasado viernes conjuntamente con el primer ministro electo de Italia, Silvio Berlusconi, el presidente ruso en ejercicio, Vladímir Putin, dijo que la Aeroflot está dispuesta a reanudar las negociaciones sobre la privatización de Alitalia, en referencia a la plática que sostuvo con el presidente del consejo de directores del transportista aéreo ruso, Víctor Ivanov, quien compatibiliza esta función con la de asesor del presidente de Rusia. Por su parte, Berlusconi hizo recordar que el Gobierno italiano está manteniendo las conversaciones con Air France y agregó que él, personalmente, no se opone a la creación de un consorcio internacional con participación de Aeroflot.
Los cargos oficiales de Aeroflot se abstienen de hacer comentarios, pero el pasado jueves el director general del transportista ruso, Valeri Okúlov, dijo que la compañía no participaría en la transacción: "Creo que resultó útil la experiencia de participación en el concurso de privatización de Alitalia, pero la información disponible no nos mueve a retomar el proyecto."
En el plano económico en el momento actual carece de sentido comprar el paquete de acciones de Alitalia, controlado por el Estado, destacan las fuentes de Aeroflot. En un año la capitalización del transportista italiano disminuyó en 40%, hacen constar las fuentes y agregan: "Pero si recibimos la orden, comenzaremos las negociaciones." Según las fuentes, la mejor opción es crear un consorcio con otra compañía aérea para minimizar los riesgos. La Aeroflot da preferencia a Air France - KLM como posible socio. Además, las cuatro compañías integran SkyTeam.
Hace un año la Aeroflot ya hizo el intento de adquirir la participación del Estado en la compañía italiana. Pero el Ministerio italiano de Finanzas promovió al primer plano el precio de la transacción y de negó a suavizar las demás condiciones: oferta obligatoria a otros accionistas a precio de adquisición, multas por desviación del plan de negocios, etc. Por eso en junio la Aeroflot se negó a participar en el proceso de privatización. Siguieron su ejemplo otros dos aspirantes. En otoño Alitalia hizo nueva oferta a Aeroflot, pero en diciembre el consejo de directores aprobó la transacción con Air France - KLM, pero ésta no prosperó.
