Para el año 2020, el Ejército de Rusia va a figurar entre los cinco más modernos del mundo y los militares de tropa profesionales serán la clase media del país, según se desprende de la Estrategia para el desarrollo social de las FF.AA. elaborada por el Ministerio de Defensa. Economistas ya cuestionan la viabilidad de este plan.
El sueldo de un soldado de primera categoría será en el 25% superior al salario medio; y la pensión militar constituirá al menos un 80% de la retribución durante el servicio activo. Asimismo, se contempla cubrir en un 95% la demanda de viviendas para militares y elevar la medicina castrense al nivel de los estándares mundiales.
La Estrategia se va a implementar en tres etapas: durante la primera, hasta el año 2012, la remuneración de los militares deberá elevarse del actual 75% al 95% con respecto a la media nacional; en 2013-2017 pasará al nivel del 110%; y en los tres años restantes subirá al 125%.
Expertos locales ya ponen en duda el cálculo realizado por Defensa. El nivel del 125% con respecto al salario medio a día de hoy constituye 13.500 rublos mensuales (aproximadamente US$730 al tipo de cambio actual) pero será difícil encontrar en Rusia a una persona que se defina como clase media con semejantes ingresos, constata Igor Nikoláiev. Los propios autores de la Estrategia, según él, incluyen el incremento de los precios inmobiliarios y las aceleradas subidas salariales en general dentro de la categoría de riesgos incontrolables, reconociendo de esta manera que los principales indicadores socioeconómicos no dependen del Gobierno.
La mera publicación de esta Estrategia supone un paso adelante, admite Vasili Zatsepin, del Instituto de las economías en transición, pero no hay mecanismos que permitan lograr de forma consecuente los objetivos proclamados. Las previsiones presupuestarias no dejan trasver de momento un nivel de financiación a la altura de estas metas, y el aumento de la inflación conduce en la práctica a una situación en que la subida salarial de turno para los militares se convierte en un asunto de emergencia de cuya solución se encarga cada vez el máximo dignatario del país.
