Moscú, 21 de abril, RIA Novosti. La reciente reunión del Consejo OTAN-Rusia en Bucarest y el encuentro de George W. Bush y Vladímir Putin en Sochi han demostrado que no hay conflicto entre Occidente y Rusia, opina el canciller ruso Serguei Lavrov.
Quienes hablan del pulso entre Occidente y Rusia, "tratan de ponernos ante un dilema: o colaborar sobre las condiciones que se nos imponen, o la confrontación", señala el ministro en un artículo publicado el lunes en la revista Profil. Es un dilema "falso", al decir de Lavrov.
"Decimos constantemente que no habrá confrontación alguna, incluida la costosa carrera de armamentos. Rusia no va a participar en ello simplemente porque no existe ninguna razón objetiva para hacerlo", escribe él.
Rusia va a reaccionar a cuanto perjudique de forma inadmisible sus intereses nacionales pero lo hará "a un nivel mínimo, sobre el principio de la suficiencia razonable y las normativas del derecho internacional, de manera abierta y predecible", afirma Lavrov.
Hace tiempo ya que la actuación de Moscú en el escenario internacional, según él, no deja cabida para las especulaciones sobre el "enigmática alma rusa".
"Rusia no quiere que disminuya la confianza y el espacio de la comprensión mutua, necesarios para colaborar en una amplia gama de intereses comunes, no quiere enajenación", destaca Lavrov.
Más tarde o más temprano, las capitales occidentales y Moscú deberán unirse "de cara a los retos y las amenazas comunes sobre el terreno pecaminoso de los intereses nacionales, los cuales han de ser comprensibles y formularse en una clave pragmática, desideologizada", piensa el jefe de la diplomacia rusa.
"Estamos dispuestos, en el mismo grado que nuestros principales socios internacionales, para acordar las fórmulas de compromiso en los asuntos mundiales a fin de resolver mediante acciones colectivas las tareas comunes. Es a ello a lo que apuntan nuestras ideas sobre el liderazgo colectivo de los principales Estados, sobre la interacción tripartita entre Rusia, la Unión Europea y EEUU y sobre la apertura estratégica", consta en el artículo.
A menos que estas tres partes cooperen como iguales, será imposible crear en la zona euro-atlántica una arquitectura estable de seguridad colectiva que responda a los requisitos de la época, considera el canciller ruso.
"Es evidente que las acciones unilaterales, tales como la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo, el despliegue de los elementos de defensa antimisil global de EEUU en la Europa del Este y la insistencia con que se promueve el acelerado avance de Georgia y Ucrania hacia la OTAN se contradicen radicalmente con este objetivo", señala él.
