Rusia ha quedado fuera de la lista de 20 países líderes en cuanto a la producción y el consumo de productos piratas. El porcentaje de estos artículos en el mercado ruso, según los datos de IDC, se redujo del 87% en 2003 al 80% en 2007. En Ucrania, por ejemplo, asciende al 84%; en China, al 82%; y en Polonia, al 57%.
El pasado año, la Policía rusa incautó cuatro millones de casetes y discos piratas por valor total de 182 millones de rublos (casi US$7,8 millones al tipo de cambio actual). Cuatro mil personas fueron sometidas en 2007 a sanciones penales por diversas infracciones en materia de los derechos de autor, reportó el jueves el departamento de seguridad económica anexo al Ministerio ruso del Interior.
El esfuerzo por parte de los cuerpos de seguridad, por enérgico que fuese, ya no basta para seguir avanzando en la lucha contra la piratería. Las sanciones que se aplican en este ámbito ya son lo suficientemente severas: la pena de prisión estipulada en el artículo 146 del Código Penal de Rusia (violación de derechos de autor y derechos afines) se elevó de cinco a seis años; y la multa por la producción y la distribución de réplicas piratas asciende a la cifra sustancial de 40.000 rublos (más de US$1.700), o a 500.000 rublos (US$21.395), si estas acciones son tipificadas como competencia desleal. Para complementar estas medidas, hay que eliminar algunas contradicciones en las normativas del Código Civil que están dedicadas a los derechos de autor, en particular, las cláusulas que permite interpretar como obras del dominio público, con la subsiguiente posibilidad de hacer copias libremente, aquellas películas u otros productos que se hayan elaborado con recursos del presupuesto público. Los estudios de cine, las empresas del software, los medios de comunicación y demás productores de la propiedad intelectual deberían ponerse de acuerdo acerca del cómo usarla y cómo luchar contra los infractores de estas reglas.
Conviene hacerlo no solamente porque el nivel actual de la piratería daña la imagen internacional de Rusia y obstruye su ingreso en la Organización Mundial del Comercio. La reducción de réplicas piratas, a las cuales debería sustituir la elaboración doméstica de productos legales, abonará el terreno para el crecimiento de los sectores de altas tecnologías. Si la piratería informática en Rusia disminuye del 80% a día de hoy al 70% para el año 2011, la industria nacional de tecnologías de información pasará a crecer a un ritmo anual del 18,2%, en lugar del 14% actualmente, según las previsiones de BSA, la Asociación de productores del software. La contribución de las altas tecnologías a la economía rusa va a incrementar en este caso en 8,5 mil millones de dólares, además de que habrá 12.500 plazas adicionales para trabajos de cuello blanco.
