Moscú, 8 de abril, PL, para RIA Novosti. Consultas que inician hoy aquí delegaciones de Rusia y Polonia sobre la instalación de misiles interceptores estadounidenses en territorio de ese país del este europeo incrementan las expectativas sobre el tema.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Kisliak, y su par, Witold Waszczykowski, encabezan los equipos de expertos en los debates acerca de este asunto considerado por el Kremlin como una amenaza para la seguridad nacional.
Con el pretexto de una supuesta amenaza iraní, Estados Unidos insiste en emplazar un radar de su defensa antimisil (DAM) en la República Checa y 10 cohetes también integrados a ese proyecto en tierras polacas.
La Federación Rusa, en tanto, denuncia que estos arsenales desplegados en las cercanías de sus fronteras están enfilados contra ella y atentan contra el poder de disuasión de sus armamentos estratégicos.
A cambio de que Washington renuncie a desplegar elementos de la DAM en Europa del Este, Moscú sugirió utilizar un centro de vigilancia radioelectrónica ya disponible en Azerbaiyán y otro que se construye en Armavir, al sur del país eurasiático.
Esta polémica enrareció el clima del Consejo Rusia-OTAN celebrado en Bucarest, y el último encuentro de Vladimir Putin y George W. Bush en su condición de presidentes, en Sochi, el fin de semana último.
El líder ruso reiteró que el Estado más extenso del planeta mantiene inalterable su posición sobre la ampliación de la OTAN a cuenta del espacio postsoviético y respecto al proyecto de la DAM estadounidense en Europa del Este.
Un primer encuentro en este formato tuvo lugar en Varsovia a inicios de año, previo a la visita aquí del entonces nuevo jefe de Gobierno polaco, Donald Tusk, partidario de intercambiar con Moscú informaciones sobre el controvertido plan de Washington.
