Kabul, 18 de marzo, RIA Novosti. En el este de Afganistán se celebró el lunes una manifestación multitudinaria de protesta contra el supuesto plan del envío de tropas rusas a este país.
Observadores locales creen que esta acción anti-rusa que tuvo lugar en Gardez, capital de la provincia de Paktiya, es resultado de una provocación, detrás de la cual se esconden probablemente la OTAN, que sufre fracasos en Afganistán, así como el Partido Islámico de Gulbeddín Hekmatyar, próximo a los talibanes y tradicionalmente fuerte en el este del país.
El detonador de la protesta fue un artículo publicado en el rotativo polaco Gazeta Wyborcza, sobre la eventual incorporación de Rusia a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF). Según el diario, Rusia ofreció a la OTAN su ayuda en la lucha contra los talibanes a cambio de que la alianza mantuviera las puertas cerradas ante Georgia y Ucrania. Un portavoz del Kremlin ya desmintió esta información.
Analistas afganos piensan que las noticias sobre el envío de un contingente militar ruso a Afganistán permiten a la OTAN desviar la atención desde Dinamarca y Holanda, a raíz de las manifestaciones de protesta contra la nueva publicación de las caricaturas de Mahoma y la próxima exhibición de una película insultante para el Corán. A la OTAN le gustaría, además, crear la imagen de un enemigo que amenaza desde fuera a la soberanía y la integridad territorial de Afganistán, para así poder justificar su propia presencia en este país.
Entre otras cosas, politólogos afganos reparan en que el artículo de Gazeta Wyborcza provocó una reacción prácticamente inmediata a pesar de que más del 50% de los afganos son analfabetos y no pueden leer siquiera en su idioma natal, por no hablar ya del polaco.
Las manifestaciones anti-rusas, en su opinión, han sido "inspiradas", por lo cual no se descartan algunas provocaciones en relación con los ciudadanos de Rusia residentes en Afganistán.
