Moscú, 17 de marzo, RIA Novosti. El dictador José Stalin, otrora padre y caudillo de los pueblos que habitaban en la Unión Soviética, se ha convertido ahora en el rostro publicitario de productos cárnicos de amplio consumo, escribe el lunes Nezavisimaya Gazeta.
"Stalinskie nezhniye" o "Suaves a lo Stalin" es el nombre de una marca de pelmeni que lanzó al mercado la planta rusa Iceberg, sita en Nizhny Nóvgorod. El producto se vende en bolsas plásticas con una foto impresa en blanco y negro de Stalin en un marco del color rojo chillón. En la parte superior del envase aparece una estrella con la hoz y el martillo, y en los laterales están las espigas y la famosa frase que el Generalísimo articuló en pleno fragor de las represalias: "Ahora se vive mejor, la vida se ha hecho más alegre". La verdad es que en aquel entonces bastaba con llevarse cinco espigas desde un campo colectivo para quedar sentenciado a fusilamiento y confiscación de bienes.
El temible dictador del pasado se va transformando poco a poco en un personaje de la cultura "pop". Ha dejado de ser la encarnación del mal y, por yanto, ha perdido el poder mágico en el inconsciente colectivo. La difusión de su imagen equivale a la deconstrucción, lo deja sin la energía de antes, escribe el periódico al constatar que algo similar le sucedió al Che Guevara.
