Tallin, 13 de marzo, RIA Novosti. El 65,9% de los ciudadanos de Estonia desaprueba la importación de la mano de obra a este país, frente al 24,2% que apoya dicha medida en términos incondicionales o con algunas salvedades, según demuestran los resultados de una encuesta realizada por el centro de estudios Klaster.
Quienes dicen "sí" a la inmigración laboral alegan que en Estonia hay una escasez de técnicos. Sus oponentes hablan del peligro de erosión de la identidad nacional y señalan que hay suficientes recursos desaprovechados dentro del país.
El pasado miércoles, el Parlamento de Estonia aprobó una serie de enmiendas a la Ley de Extranjería que permiten importar un mayor número de trabajadores y agilizan los trámites burocráticos en esta materia. Como máximo, Estonia podrá contratar cada año a alrededor de 1.350 profesionales extranjeros, el doble en comparación con el pasado y apenas el 0,1% con respecto al número de residentes permanentes.