Naciones Unidas, PL, para RIA Novosti. Por Tomás A. Granados. Las peticiones para que la ONU investigue el asesinato de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto continuaron en aumento a pesar del posible veto de Estados Unidos en un eventual debate en el Consejo de Seguridad.
En declaraciones desde Londres, el hijo de la carismática líder política, Bilawal Bhutto Zardari, se sumó a las peticiones a la ONU para que investigue el asesinato de su madre como lo hizo con el atentado al ex premier libanés Rafik Hariri.
El gobierno estadounidense se opone a que la ONU se encargue de indagar la muerte de la ex premier Bhutto y en cambio sostiene que la actuación de Scotland Yard en ese caso es suficiente.
Pero Bilawal Bhutto, quien a sus 19 años fue designado a fines de diciembre presidente del prominente Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) en sustitución de su madre, dice que su familia no confía en las investigaciones con el apoyo británico.
"La familia y el partido quieren una investigación bajo la égida de la ONU, porque no pensamos que una pesquisa bajo la autoridad del gobierno paquistaní garantice la transparencia necesaria", declaró.
La ex primera ministra y opositora Benazir Bhutto fue asesinada el 27 de diciembre en un atentado suicida que costó la vida a otras 22 personas en Rawalpindi, en las afueras de Islamabad, tras un mitin electoral.
Desde entonces, diversas organizaciones políticas e individuos han solicitado a la ONU que tome carta en el asunto, como lo hizo en el caso del atentado de febrero de 2005 que costó la vida en Beirut al ex primer ministro libanés Rafik Hariri.
En ese caso, Estados Unidos desato una fuerte campaña a favor de una investigación a cargo de la ONU con la esperanza de probar de alguna forma la implicación de Siria en ese hecho.
El secretario general de la ONU dijo el lunes que este organismo no había recibido ninguna solicitud formal del gobierno de Paquistán para abrir una investigación de ese caso, lo cual también requeriría aprobación del Consejo de Seguridad.
Según el titular de la ONU, el asesinato de Hariri fue "un caso muy especial".
