Moscú, 10 de enero, RIA Novosti. Moscú, igual que antes, sigue dispuesto a normalizar las relaciones con Georgia, bajo condición de que Tbilisi adopte medidas prácticas positivas en este sentido, ha manifestado el viceministro de Exteriores de Rusia, Grigori Karasin.
Entrevistado por la revista "Observador independiente de la CEI", el diplomático hizo constar que a lo largo del año pasado las relaciones ruso-georgianas se encontraban en estado crítico.
"Tras la reunión de los presidentes de ambos países celebrada en junio en San Petersburgo surgió una esperanza de la normalización. Con el fin de crear un contexto favorable para el diálogo bilateral que se avivó un poco, Rusia anuló las restricciones en la formalización de visados que se introdujeron tras la detención de los oficiales rusos en Tbilisi en octubre del año anterior. Pero esas tendencias positivas fueron destruidas por enésima vez por culpa de Tbilisi", dijo.
El viceministro hizo recodar también otros actos hostiles, así como las absurdas acusaciones dirigidas a Rusia de tener que ver con la organización de las masivas manifestaciones de protesta en Georgia.
"Lamentablemente, todo el desarrollo de acontecimientos en 2007 probaba que los dirigentes de Georgia no tienen sincero interés por normalizar relaciones con Rusia", añadió.
En Moscú comprenden que esa política viciosa hace daño , en primer lugar, a los intereses de la propia Georgia y al pueblo georgiano, el que siempre ha sido amigo del pueblo ruso", subrayó.
"Pese a las provocaciones, la parte rusa seguirá actuando de modo sopesado y con sentido de responsabilidad. Lo viene a confirmar, en particular, el que Rusia haya cumplido en pleno volumen y antes del plazo fijado su compromiso de retirar las bases rusas del territorio de Georgia. Estamos abiertos para mantener un diálogo enjundioso", dijo.
Las partes mantienen contactos regulares, entre ello a nivel de titulares de Exteriores de ambos países, hizo recordar Karasin, señalando al propio tiempo que es inadmisible utilizar el diálogo como un biombo para encubrir actitudes hostiles.
