Lisboa, 27 de diciembre, PL, para RIA Novosti. Una cuenta regresiva avanza hoy inexorable sobre los fumadores portugueses, quienes a partir del próximo 1 de enero tendrán que respetar una nueva ley que prohíbe fumar en numerosos lugares públicos y cerrados.
La norma obligará a los consumidores de tabaco a hacer realidad el refrán de Año nuevo vida nueva, o exponerse a multas que oscilan entre los 50 y mil euros.
Hasta ahora el hábito de fumar estaba vedado en instalaciones públicas como hospitales y los medios de transporte, pero desde el martes próximo la medida se extenderá a los ámbitos cerrados.
Restaurantes, bares, discotecas, centros comerciales, lugares de trabajo y de atención al público, establecimientos de salud, estaciones de servicio de combustibles y hasta estacionamientos de vehículos bajo techo están incluidos en la prohibición.
El objetivo es proteger a los no fumadores y a la vez tratar de disminuir el consumo de tabaco por el daño que ocasiona al ser humano, dijo el ministro de Salud, Correia Camposestá.
En declaraciones a Radio y Televisión de Portugal, el funcionario expresó que los infractores de la medida serán objeto de penas de entre 50 y 750 euros, pero en el caso de propietarios de comercios o directivos de servicios públicos puede llegar a mil.
El nuevo instrumento legal otorgó a los dueños de restaurantes y bares la posibilidad de crear espacios para fumadores y no fumadores, pero nunca mayores del 30 por ciento del total del área del local.
No obstante, deben colocar señalización adecuada, extractores de aire y aparatos de ventilación.
Habrá casos en que el monto de la inversión necesaria para adecuarse a lo exigido por la ley obligará a los propietarios a aplicar la prohibición de fumar, indicó el ministro.
Las nuevas regulaciones también tocan a las empresas fabricantes en materia de composición del producto, envases y sistema de venta, al igual que a los anunciantes y patrocinadores, para quienes las multas oscilan entre 30 mil y 250 mil euros.
