Moscú, 23 de noviembre, RIA Novosti. La Policía de Moscú reforzará las medidas de seguridad ante el riesgo de posibles provocaciones durante la protesta que el partido La Otra Rusia y otros grupos opositores pretenden celebrar el próximo fin de semana, admitió el jueves un portavoz del departamento municipal del Interior. En San Petersburgo hay recelos similares en vísperas de la llamada Marcha de los Disidentes, prevista para el 24 y el 25 de noviembre.
"Usaremos a 3.673 agentes policiales y efectivos de las tropas del Interior para garantizar el mantenimiento del orden en la capital", declaró Victor Biriukov, relaciones públicas de la Policía moscovita. El funcionario dijo que "no se descarta la posibilidad de provocaciones pero los agentes del orden están dispuestos a contrarrestar diversas infracciones con dureza y en el marco de la ley".
Un portavoz del Gobierno de Moscú, Mijaíl Solómentsev, había aludido anteriormente al posible uso ilegal del uniforme de agentes para fingir una agresión policial contra el político opositor Boris Nemtsov, de la Unión de Fuerzas de Derecha (SPS), y provocar de esta manera un choque entre los manifestantes y las fuerzas del orden. Las autoridades vuelven a solicitar a los reporteros que acepten la recomendación de usar chalecos especiales que los identifiquen como representantes de la prensa, declaró él.
La portavoz de Nemtsov, Lilia Dúbova, comentó a este respecto que SPS "jamás ha montado espectáculos semejantes ni piensa hacerlo". Según ella, es otra de las provocaciones que apuntan contra SPS y se multiplican últimamente.
El Ministerio ruso del Interior comunicó el jueves que los organizadores de la Marcha de los Disidentes se niegan a aceptar la ruta propuesta por el Ayuntamiento de San Petersburgo y están dispuestos a celebrar una serie de acciones no autorizadas. "Lo anterior significa que el permiso... no podrá expedirse de acuerdo con la legislación rusa en vigor y que la celebración de esta acción será ilegítima", consta en la nota de prensa emitida por este departamento que califica la negativa de los opositores como "provocación deliberada". El documento señala también que los militantes del Partido Nacional Bolchevique, proscrito en Rusia, quieren "provocar disturbios con el uso de las armas anti-agresión". Cualquier uso de las armas contra agentes del orden, ciudadanos y representantes de la prensa "será reprimido drásticamente e implicará fuertes sanciones penales", advierte el Ministerio del Interior.
Vladímir Putin vertió una crítica demoledora contra la oposición al pedir el miércoles el voto masivo a favor del partido oficialista Rusia Unida. "Ahora van a salir a la calle", advirtió él. "Algo han aprendido de expertos extranjeros, se han entrenado un poco en las repúblicas vecinas y ahora lo intentarán aquí", dijo el mandatario ruso.
"Quieren tomar una revancha... y restaurar poco a poco un régimen oligárquico basado en la corrupción y en la mentira". "Son los que en la década del 90 ocupaban puestos de alto nivel y actuaban en perjuicio de la sociedad y el Estado, atendiendo los intereses de estructuras oligárquicas y dilapidando el patrimonio nacional", afirmó Putin. En su discurso, los comparó con "chacales que acechan cerca de embajadas y legaciones diplomáticas contando con el apoyo por parte de fundaciones y Gobiernos extranjeros, en lugar de buscar respaldo de su propio pueblo".
