Naciones Unidas, 24 de octubre, PL, para RIA Novosti. Por Tomás A. Granados.- Representantes de países ricos y pobres concluyen hoy en esta sede mundial dos días de diálogo de alto nivel sobre financiamiento para el desarrollo sin grandes expectativas de alivio para severas desigualdades económicas.
La reunión comenzó la víspera con un dramático llamado del secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, a la comunidad internacional para que haga todo lo posible por cumplir los compromisos para financiar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Esos compromisos fueron pactados hace cinco años en la ciudad mexicana de Monterrey, pero el examen realizado hasta el momento en estos debates revelan decepcionantes incumplimientos y la incapacidad de ese pacto ante los problemas el subdesarrollo.
Una cumbre mundial celebrada en esta sede en 2000 fijó como metas para el 2005 reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre, promover la educación primaria universal, reducir la mortalidad infantil y detener el contagio del VIH SIDA.
Los debates en la Asamblea general han estado dedicados a revisar de manera crítica el progreso en la implementación del Consenso de Monterrey sobre la financiación para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
A juzgar por el criterio generalizado entre los participantes en este debate, el cumplimiento de los acuerdos contraídos por las potencias ricas en la ciudad mexicana en 2002 han tenido un decepcionante progreso mixto.
Para el poderoso Grupo de los 77 (G-77), que reúne a 132 países subdesarrollados y China, el Consenso de Monterrey "sufre un serio déficit de implementación".
Aunque algunos países en desarrollo muestran progresos, la mayoría continúa atrapado en un círculo vicioso de pobreza, sin capacidad productiva y sin atractivos para inversiones extranjeras, dijo la ministra paquistaní de Economía, Hina Rabbani Khar.
"La deuda externa de los países subdesarrollados continúa creciendo a pesar de todo y, lo más importante, las condiciones que condujeron a la crisis global de la deuda aún persisten", indicó la titular paquistaní hablar ante el plenario a nombre del G-77.
Destacó que a pesar del Consenso de Monterrey el flujo de capital neto de los países en desarrollo hacia los países desarrollados aumentó de 533 mil millones de dólares en 2005 a 662 mil millones en 2006.
El Consenso de Monterrey, que creó un nuevo marco de referencia en la cooperación internacional, recoge el compromiso de los países en desarrollo a tomar la responsabilidad de poner sus gobiernos en orden e invertir sus propios recursos.
A su vez, los países más ricos prometieron aumentar su asistencia y crear las condiciones internacionales que permitieran crecer a las economías más pobres.
Pero esa generosidad del mundo industrializado mostrada en Monterrey retrocedió el año pasado, según indicaron participantes en en estos debates.
