Moscú, 27 de septiembre, RIA Novosti. La declaración hecha ayer por la Fiscalía General de Rusia, de que el último zar Nicolás II y los miembros de su familia "no están sujetos a la rehabilitación" por falta de acusaciones judiciales contra ellos, fue acogida "con tranquilidad" por la Iglesia Ortodoxa.
Esta decisión "no aporta ningún elemento nuevo a la actitud de la Iglesia hacia el emperador Nicolás II y sus familiares", dijo el obispo Mark, subjefe del departamento de relaciones exteriores en el Patriarcado de Moscú.
"La Iglesia canonizó al emperador Nicolás II, por ser un mártir, y lo elevó así a la dignidad suprema en la conciencia de los creyentes", aclaró él.
De costumbre, la Iglesia nunca se empeña en que las personas canonizadas sean rehabilitadas necesariamente en el mundo laico porque interpreta los acontecimientos de la historia terrestre desde l óptica de la eternidad, señaló el obispo.
El representante del Patriarcado recordó también que el Gobierno de Rusia había manifestado su actitud hacia Nicolás II al darle sepultura, con honores de Estado, en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, donde reposan los restos mortales de otros emperadores rusos.