Astaná, 6 de septiembre, RIA Novosti. La caída del cohete propulsor ruso Proton-M se produjo, según las conclusiones preliminares, por un fallo de servomotores que controlaban el vector de empuje, afirmó Talgat Musabáiev, jefe de la agencia aeroespacial de Kazajstán.
Esta versión se basa en los datos de telemetría, precisó él.
"Ciento treinta y cinco segundos después del lanzamiento se desconectaron de forma automática los motores de la segunda etapa, afortunadamente, cuando ya se había quemado buena parte del combustible UDMH (dimetilhidracina asimétrica)", declaró Musabáiev.
"La desconexión era resultado de un fallo en los servomotores que controlaban el vector de empuje", dijo.
"Así que hemos conseguido evitar consecuencias aún peores", agregó.
Al lugar donde cayó el cohete se trasladó un grupo de expertos en descontaminación, los cuales ya encontraron dos o tres fragmentos grandes, de casi 400 kilos.
"Hubo un gran incendio en el lugar", contó Musabáiev. Al despegar, Proton-M llevaba alrededor de 649 toneladas de combustible tóxico; en el momento de la caída, quedaban casi 29 toneladas, "una cantidad apreciable que se dispersó sobre el territorio de Kazajstán sin que se sepa, por ahora, hacia dónde se movió esta nube tóxica", señaló él.
El accidente de hoy ya es el sexto que sufren los propulsores lanzados desde el cosmódromo de Baikonur, recordó Musabáiev.
El director de la agencia aeroespacial kazaja confesó haber mantenido el jueves una conversación telefónica con su homólogo ruso, Anatoli Permínov, y acordado con él la decisión de suspender los lanzamientos de propulsores Proton, así como de las respectivas modificaciones, hasta que una comisión especial aclare todas las circunstancias.
