Moscú, 11 de julio, RIA Novosti. La vida de cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino condenados a la pena capital por haber infectado el VIH a 426 niños de Benghazi, está ahora en las manos del Consejo Judicial Supremo de Libia.
El Tribunal Supremo confirmó el miércoles la sentencia de muerte en relación con los seis acusados, pero Bulgaria se había esperado tal veredicto.
"No es una decisión sorprendente", declaró el viceministro búlgaro de Asuntos Exteriores, Feim Chaushev, citado por AFP.
"Todo está en manos del Consejo Judicial Supremo... Queremos que se reúna cuanto antes", dijo él.
El Consejo es la última instancia judicial que podría conmutar la cadena e indultar a los médicos, encarcelados desde 1999.