Londres, 10 de mayo, RIA Novosti. Al anunciar Tony Blair que él abandona el puesto de líder del gobernante partido laborista, arranca la campaña de elección de su nuevo presidente.
En el sistema político británico, el cambio de líder de partido se realiza de costumbre al encontrarse el partido en oposición. De la única excepción de esta regla en la historia contemporánea del país sirvió la dimisión de Margareth Thatcher en 1990: en aquella ocasión el partido conservador tuvo que elegir a su líder estando al timón del país.
Las pretensiones a luchar por ocupar el puesto de presidente del partido laborista ya las manifestaron los diputados Michael Meacher y John McDonnel, que representan el flanco izquierdista del partido, a diferencia del grueso del actual Gabinete, de ánimos más centristas.
Pero como al más probable sucesor de Blair señalan al actual ministro de Hacienda, Gordon Brown. Se espera que ya el viernes él anuncie su intención de participar en la carrera por ser elegido líder del partido.
Ya en marzo el comité ejecutivo nacional del partido laborista trazó en rasgos generales el mecanismo de cambio del líder.
La campaña de promoción de candidatos y elección del presidente del partido y su vice va a llevar unas siete semanas.
Durante la primera, cada candidato tendrá que confirmar estar apoyado al menos por 45 miembros del parlamento por la fracción laborista. Luego, durante tres semanas, los candidatos van a reunirse con los miembros de los núcleos del partido y los sindicatos, los que por tradición poseen el 33% de los votos en el partido laborista, siendo uno de sus fundadores. Al término de este período se distribuirán papeletas electorales. El derecho a elegir al líder está dividido en partes iguales entre tres grupos: los diputados laboristas de los parlamentos británico y Europeo; los miembros de los sindicatos y los miembros ordinarios del partido laborista. La última semana de la campaña electoral se dedicará a contar papeletas.
Los ganadores de la carrera electoral se anunciarán a finales de junio. En este mismo momento los puestos de primer ministro y su vice se entregarán a los nuevos líderes de los laboristas.
