TeleSUR
Los internos del hospital psiquiátrico José Tiburcio Borda, ubicado en Buenos Aires, trabajan varios tipos de arte desde hace 7 años. La iniciativa, liderada por dos terapeutas del instituto, busca reconfortar a los pacientes a través del arte y lograr que éstos se comuniquen con la sociedad, antes de reinsertarse a ella.
Los internos del hospital Psicoasistencial Interdisciplinario Doctor José Tiburcio Borda, de Buenos Aires (capital de Argentina), se han convertido en artistas gracias a una iniciativa liderada por los hermanos Carlos y Héctor, dos terapeutas del instituto, quienes crearon La Casa de la Cultura, un espacio para la expresión y liberación mental de los pacientes.
"La terapia no cura pero reconforta", afirma el terapeuta Carlos Martínez Pampin.
La Casa de la Cultura del Neurosiquiátrico de Buenos Aires, funciona desde hace siete años. En ella, los internos, como parte de su terapia de pre - alta son libres para expresar sus más profundos sentimientos a través del arte, plasmando con su paleta de colores, el tema de su externación.
Cientos de pinturas, dibujos, telas y objetos decorados, llenan de color el recinto que funciona dentro de la sede del centro, exclusivo para hombres. Pero estas obras no se quedan a la sombra, también son expuestas al público.
Además de la pintura, los pacientes en terapia tienen la posibilidad de trabajar otra forma de arte. A través del taller "Molineros del Borda", fabrican papeles artesanales que sirven para la creación de tarjetas personales, invitaciones para bodas, de cumpleaños, bautismos, diplomas y de otros eventos y festejos. Estos diseños, que pueden ser personalizados a petición del público, y son vendidos posteriormente.
Los inicios de este centro asistencial bonairense datan de octubre de 1863, cuando fue inaugurado el asilo para enfermos mentales de San Buenaventura en homenaje al doctor Ventura Bosch, propulsor de la obra.
