Moscú, 1 de marzo, RIA Novosti. El famoso pianista cubano Frank Fernández Tamayo (Cuba, 1944) prevé grabar dos discos nuevos en los próximos tiempos: en uno estarán recogidas sus propias composiciones, y el otro, llamado "El Canto de mis Abuelos", estará dedicado a la tradicional música cubana, con sus raíces africanas y españolas. El pianista habló de ello en rueda de prensa celebrada el miércoles en la embajada de Cuba en Moscú.
Fernández llegó a Moscú para participar en un concierto que se dará el 6 de marzo en el marco del festival internacional "Radio Orfeo Presenta" en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú. El maestro interpretará el Segundo Concierto para Piano y Orquesta de Sergei Rachmaninov. Hace años, él llegó a ser el primero entre los músicos cubanos en actuar en este prestigioso escenario.
Frank Fernández es considerado fundador del pianismo cubano contemporáneo. Entre sus discípulos, que no hicieron estudios en Europa ni en EE UU, hay laureados en concursos internacionales. El propio Fernández egresó del Conservatorio de Moscú y, según su profesor Víctor Merzhánov, descollante pianista ruso, era un orgullo de la Facultad de Piano. El músico actuó con las mejores orquestas del mundo, grabó más de 120 discos como autor e intérprete. Fue aclamado en 33 países, cautivando al auditorio polaco con obras de Chopin; al público alemán, con las de Schumann; al de Rusia, con las de Rachmaninov y Chaikovski, y al de Cuba, con las de Manuel Saumell, Ignacio Cervantes y Ernesto Lecuona.
Preguntado por RIA Novosti: ¿qué significa para usted la música cubana y la rusa?, Frank Fernández dijo que tanto a los rusos como a los cubanos los caracterizan la sinceridad, la pasión y la fuerza, pero en cada de una de estas cualidades hay sus matices. Además, tanto en Rusia como en Cuba velan por que la música tradicional, la del pueblo, se desarrolle y no permanezca estática.
Su anterior concierto Fernández lo dio en Moscú hace más de tres años. He aquí lo que escribió en aquella ocasión el periódico "Rossia": "El gran pianista cubano Frank Fernández volvió a presentarse, muy emocionado, en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, que estuvo repleta. Cuando resonaron las primeras notas del Concierto Nº 23 de Mozart, se hizo claro que teníamos ante nosotros a un fabuloso pianista. Sus manos extraían del instrumento unos hermosos sonidos, parecidos a una lluvia cristalina. El Adagio estremeció al público. Era una música impregnada de una tristeza otoñal. Vienen a la mente las líneas del poeta Miajil Svetlov: "¿Cómo es que ese muchacho ruso tiene tristeza española?" También nosotros podemos preguntar: ¿De dónde tiene esa tristeza otoñal un cubano, puesto que en Cuba no hay otoño? La explicación de este milagro estará en su gran talento y en la escuela rusa de piano".
La profesora Elena Dolenko, de la Cátedra de la Música Extranjera del Conservatorio Tchaikovski de Moscú, a su vez dice: "Es sabido que a Rachmaninov le gustaba cómo tocaba sus obras Vladimir Horowitz, pero con plena seguridad puedo afirmar que la interpretación de Frank Fernández es una de las más rusas. En su interpretación, los límites melódicos de amplia respiración se convierten en culminaciones llenas de energía sobrenatural. El Rachmaninov de Frank Fernández es ilimitado e infinito. Solamente un ruso podría interpretar así esta música tan rusa".
