El grupo de compañías rusas Volga-Dniéper junto con la entidad ucraniana Motor Sich han fundado la compañía gestora para reanudar la producción en serie de los aviones Ruslan. Las inversiones en el proyecto totalizarían $500 millones durante cinco años. En opinión de analistas, será difícil reanudar la producción de aviones sin el apoyo por parte del Estado.
La participación del grupo Volga-Dniéper en la nueva compañía es del 59%; la de Motor Sich, del 41%. En un futuro se les acoplarán nuevos accionistas, pero la parte rusa seguirá siendo accionista mayoritario.
La compañía flamante se encargará de desarrollar y producir la nueva versión de Ruslan: su capacidad de carga crecerá hasta 150 toneladas; la vida útil aumentará hasta 80.000 horas vuelo. El aparato será producido por la empresa Aviastar-SP. El primer avión será lanzado en 2010. Hasta 2015 se planea construir en total 12 aviones An-134-100M-150. Volga-Dniéper ya colocó el pedido de dos aviones de esta marca.
Según opinan los participantes en el proyecto, para reanudar la producción se ha escogido un momento oportuno. El mercado de transporte de cargas pesadas está en expansión. En 2004 facturó $200 millones; en 2005, ya $500 millones. Hacia 2030, según estimativas, el mercado va a necesitar 50 aviones Ruslan.
Los analistas también creen que es un proyecto promisorio. An-134 es el único avión ruso (aparte de los aviones de combate) que goza de tanta demanda en el mercado mundial", remarca Konstantin Makienko, director adjunto del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Ello no obstante, plantea el experto, sin la participación del Estado el proyecto será imposible de cumplir. Oleg Panteleev, director del servicio analítico Aviaport, considera que se lo podría cumplir, pero los gastos serán mucho más altos. Según Panteleev, las perspectivas de recibir dinero del Fondo de Inversiones distan mucho de ser halagüeñas. Pero al propio tiempo, el experto hizo recordar que los aviones Ruslan en dotación de la Fuerza Aérea de Rusia se darán de baja antes de que sean construidas sus versiones civiles, de modo que para el Estado tendría sentido apoyar este proyecto, por lo menos para asegurar la renovación del parque de esta clase de aparatos.
