Después del conflicto gasístico con Rusia, Bielorrusia se las ingenió para mantener los precios preferenciales de petróleo y gas. Pero el mandatario de este país, Alexander Lukashenko, otra vez está descontento, porque las subvenciones rusas para el fomento de la economía bielorrusa irán decreciendo. Ayer, el presidente bielorruso planteó ante el Gobierno una nueva tarea ambiciosa consistente en encontrar una alternativa a los suministros de hidrocarburos rusos, así como exigir el pago del alquiler del terreno por el que pasan las cañerías. Según economistas, esto es poco beneficioso.
"Este año, Bielorrusia tendrá que aumentar en $2.500 millones el pago por los suministros de gas y en $1.500 millones, por los de petróleo. No debemos perder estos $3.500, les instruyó a sus subordinados el presidente bielorruso, proponiéndoles que cobren a los petroleros rusos el alquiler por el usufructo de la tierra por la que pasan los conductos. Lukashenko también se interesó por la posibilidad de bombear el crudo a las refinerías bielorrusas desde los puertos del mar Báltico.
Expertos sostienen que las declaraciones de Lukashenko no son otra cosa que chantaje político. "El pago del alquiler por el usufructo de la tierra no tiene mucha importancia, mientras transportar petróleo por ferrocarril desde Letonia será mucho más caro que desde Rusia", afirma Valeri Nesterov, analista de la compañía de inversiones Troika Dialog. Además, tomando en consideración que la entidad suiza Vitol, propietaria de la terminal petrolera de Ventspils (Letonia), opera también el petróleo ruso, resulta que Bielorrusia recibirá el mismo petróleo ruso, pero ya a través de intermediario.
Lukashenko también tiene concebidas otras ideas sobre los itinerarios optativos de los suministros de petróleo. Por ejemplo, el proyecto de tender una bifurcación al conducto ucranio Odesa - Brody. No es el primer año que el Gobierno de Ucrania se está devanando los sesos en el empeño de invitar a los petroleros rusos a utilizar este oleoducto, pero los volúmenes de bombeo del crudo no dejan de decrecer, por lo cual esta empresa resulta poco provechosa. En Bielorrusia no hace mucho se debatió la idea de comprarle gas a Azerbaiyán a través del puerto ucranio de Odesa.
"Lukashenko incluso puede comprarle petróleo a Hugo Chávez, pero desde el punto de la conveniencia económica sería un proyecto dudoso. De todas formas, los precios del petróleo ruso son más competitivos que los mundiales. Comprando por conducto de intermediarios siempre resultará más caro", opina en la compañía de inversiones Troika Dialog.
