Moscú, 24 de enero, RIA Novosti. Unas dos mil personas se han congregado en Moscú para protestar contra el desmontaje del monumento al Soldado Libertador en Tallinn.
En la acción, que se desarrolla cerca del Museo Histórico, participan activistas de "Joven Guardia", "Rusia Unida", "Rusia Joven", "Los Nuestros" y otras organizaciones.
La policía que monta guardia en el lugar no ha registrado ningunos incidentes.
"Vamos a exigir que el Gobierno de Rusia aplique sanciones contra el país que profana los sepulcros sagrados para nosotros", exhortó a los reunidos el diputado Konstantin Zatulin, así como propuso trasladar el monumento a Rusia, si lo desmontan en Estonia.
"Hay que colocarlo en la frontera entre Rusia y Estonia, para que sirva de un eterno recuerdo del oprobio de que se cubrieron las autoridades de ésta, al tomar tal decisión pasados decenios desde que terminó la Gran Guerra Patria", dijo.
A su vez el líder del movimiento "Los Nuestros", Vasily Yakemenko, vestido de uniforme militar de la época soviética, prometió organizar un "monumento vivo" en el lugar del desmontado.
"Hemos decidido: si en Estonia desmontan el monumento, partidarios de nuestro movimiento van a ir allá por turno y durante las 24 horas estar en su lugar, relevando unos a otros", manifestó.
"Recordamos muy bien a quién y por qué fue colocado este monumento. Somos 145 millones, y ello significa que vamos a estar allí siempre, para eternizar el recuerdo a los héroes caídos", dijo.
El parlamento de Estonia el 10 de enero aprobó la ley "De la protección de los entierros militares", que da fundamento legal para exhumar y sepultar en otros lugares los restos mortales de los soldados soviéticos caídos en tierra estonia, así como desmontar los monumentos erigidos a ellos. La ley entró en vigor el 20 de enero.
