El grupo British Telecom (BT) ha obtenido la licencia para prestar servicios de telecomunicaciones en 38 entidades federadas de Rusia.
De momento, la empresa se va a centrar en aquellas regiones donde operan sus clientes habituales - básicamente, las multinacionales o grandes corporaciones rusas que antes trabajaban con los socios de BT - pero a futuro podría proceder a una conquista más enérgica del mercado local.
En los próximos dos o tres años, BT se propone lograr una cuota del 3 por 100 en el mercado de telecomunicaciones ruso, evaluado en 22 mil millones de dólares. La compañía quiere especializarse en un segmento estrecho, de telefonía IP, servicios de convergencia, externalización y sistemas CRM, para lo cual se contempla crear una red que se extienda a medio centenar de regiones.
La oficina moscovita de BT no revela el monto de las futuras inversiones en este proyecto pero los profesionales del sector dicen que la entrada al mercado ruso le va a costar por lo menos cien millones de dólares. La principal rival para BT será Equant, una operadora alternativa apoyada por France Telecom, pero a futuro la empresa británica podría competir también con otros jugadores locales, siempre y cuando compre algunos activos en Rusia e invierta en programas de marketing.
Por ahora, los expertos manifiestan cierto escepticismo ante las perspectivas de BT en Rusia. Varios jugadores occidentales, entre ellos, Deutsche Telecom, MCI y AT&T no han conseguido implementar sus planes en el mercado ruso de telecomunicaciones y solamente dos empresas han podido mantenerse a flote en estos últimos quince años, Comstar y Golden Telecom, recuerdan ellos.
