Roma, 17 de noviembre, RIA Novosti. La Loba del Capitolio, símbolo de Roma, no es una escultura etrusca del sigo V a.J.C., sino medieval, de la época de los Carolingios. A esta conclusión llegó Anna María Carruba, experta en la restauración de bronces, escribe el periódico "La Repubblica".
Al dedicarse desde 1997 a la restauración de La Loba, Carruba se fijó en que su cuerpo fue fundido entero, pero no por partes, como se solía hacer en la Antigüedad. Escultores antiguos hacían figurillas metálicas por fragmentos y luego los unían entre sí.
Carruba sostiene que los historiadores deben renunciar a la hipótesis de que la escultura de 75 centímetros de La Loba, que según la leyenda amamantó a los legendarios fundadores de Roma, Rómulo y Remo, fuera creada por el maestro etrusco Vulca alrededor del año 470 a.J.C.