Oleg Mitvol, subjefe de la agencia federal que supervisa la observancia de las normativas legales en materia de la explotación de recursos naturales en Rusia, no descarta la posibilidad de presentar en primavera próxima una demanda al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo exigiendo que Sakhalin Energy, operadora del proyecto energético Sakhalin-2, le pague al Estado ruso una indemnización de los daños ocasionados al medio ambiente.
El plan de acción que Sakhalin Energy presentó al Ministerio de Recursos Naturales, para enmendar las infracciones que se le incriminan, no contiene soluciones técnicas y es calificado por Mitvol como'anecdotario'. Este funcionario ruso señala que la empresa podría ser denunciada a raíz de los beneficios perdidos por el Estado, así como por haberle ocultado una serie de datos sustanciales, en primer término, de carácter medioambiental.
Con estas noticias como telón de fondo, el grupo Gazprom recordó que aspira a tener una participación en el proyecto Sakhalin-2. Originalmente, el monopolio gasífero quería canjear un paquete del 50% de Zapoliarie-Neocom por el 25% de Sakhalin-2 pero más tarde, cuando Sakhalin Energy propuso al Gobierno ruso duplicar la estimación presupuestaria, hasta US$20.000 millones, las negociaciones quedaron suspendidas. El pasado viernes, un alto funcionario de Gazprom aludió a la posibilidad de reanudar el diálogo con Shell, que es la principal accionista de Sakhalin Energy (55%), así como con Mitsui y Mitsubishi, que son accionistas minoritarias, con vistas a su incorporación al proyecto. Con todo, él vinculó la reapertura de las negociaciones al arreglo de tos temas: primero, el incremento de los gastos capitales y operacionales en el marco de Sakhalin-2, y, segundo, la solución de las reclamaciones formuladas en materia medioambiental. Ambos asuntos, según el ejecutivo de Gazprom, influyen ‘en la economía del proyecto'.
