Moscú, 13 de noviembre, RIA Novisti. Durante el año transcurrido, Rusia bajó 3 puntos en el indicador de desarrollo del potencial humano.
Ello se desprende del respectivo informe anual de la ONU, hecho público a finales de la semana pasada. Rusia ocupa el 65 renglón, situándose entre Libia y Macedonia y dejando atrás a los demás Estados de la CEI. El aumento de los ingresos petroleros no se refleja sustancialmente en la vida de los ciudadanos de Rusia, señala el periódico Novie Izvestia.
El indicador de desarrollo del potencial humano, o el de nivel de la vida, incluye todos los aspectos básicos de ésta: la salud pública, la educación, el bienestar económico, la delincuencia y el potencial científico. Cada uno de estos aspectos se calcula por las instituciones especializadas de la ONU y el Banco Mundial, y luego se suman todos. Muchos expertos señalan la subjetividad de tales cálculos. Por ello en el medio científico utilizan el indicador en cuestión no tanto para comparar entre sí los niveles de vida cuanto para valorar la dinámica de su evolución.
Este año ha quedado casi sin variar la primera decena, sólo que el Japón llegó a figurar en el séptimo lugar, adelantándose a EEUU (el octavo). En los países del espacio postsoviético se operaron unas transformaciones que no pueden menos que provocar interés: Rusia, a pesar de estar creciendo su PIB, bajó del 65 lugar al 62, dejando pasar adelante a Rumania, Mauricio y Bosnia.
Ucrania (77), pese a las tempestades política que está viviendo, subió un renglón, y Georgia (97) ascendió tres peldaños. Podría darse la impresión de que cuanto menos hidrocarburos posee el país, tanto más alto es su indicador de desarrollo del potencial humano, si no fuera por Noruega, rica en petróleo, la que figura con estabilidad en el puesto número uno.
Los economistas no ven contradicción entre un sustancial crecimiento económico y la caída del nivel de desarrollo general. Según Vladislav Inozemtsev, director del Centro de Estudios de la Sociedad Postindustrial, el indicador en cuestión comprende no sólo criterios económicos, sino también los de enseñanza pública (la que se hace menos accesible en Rusia), los de sanidad (donde la situación es muy complicada) y los de logros científicos (materia en que empezamos a quedarnos siempre más a la zaga). Aunque en el país se proclamó la realización de proyectos nacionales y la política de hacer "inversiones en el ser humano", los resultados faltan todavía, dijo el experto.
