El 18 de noviembre, en Hanoi, en la cumbre de la APEC, George Bush y Vladimir Putin podrían anunciar sobre la terminación de las negociaciones bilaterales sobre el ingreso de Rusia en la OMC. Pero esto no eliminaría aun todos los obstáculos con que tropieza Moscú: para ingresar tendrá que convalidar los acuerdos con Georgia y Moldavia. Para que el nuevo régimen se ponga en vigor en el territorio de EE.UU., el Congreso de este país debe anular todas las restricciones vigentes en relación con Rusia.
Según informan fuentes del Gabinete de la Presidencia de Rusia, los altos funcionarios rusos y norteamericanos lograron afinar la fórmula de la solución política del problema. Una fuente en el departamento del Estado de EE.UU. que está al tanto del desarrollo de las negociaciones, manifestó ayer que en principio, el tema está cerrado. En forma indirecta, lo confirmó ayer en Pekín también el ministro ruso de Desarrollo Económico y Comercio, al comentar que en las negociaciones se registró un apreciable progreso. Según aseveran fuentes rusas, hace unos días, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y la jefa del Departamento de Estado, Condoleezza Rice, acordaron "felicitar en Hanoi el uno a la otra por la terminación de las negociaciones".
Según datos provenientes de fuentes no oficiales, se trata precisamente de un acuerdo político. Los participantes en las negociaciones "comerciales" sobre el ingreso de Rusia en la OMC no se muestran tan optimistas. Por ejemplo, Maxim Medvedkov, jefe de la delegación rusa en las negociaciones sobre el ingreso en la OMC, ayer fue muy cauteloso: "Estaré seguro del éxito cuando haya puesto el punto final en el último documento". Según expresó Alexei Lijachov, otro miembro de la delegación rusa en las negociaciones sobre el OMC, aun cuando se llegue al acuerdo con Estados Unidos, esto no va a significar que Rusia haya recorrido todo el camino ni que reciba de la OMC lo que espera. Sigue siendo baja la probabilidad de que una vez suscrito el protocolo bilateral, el Congreso USA le otorgue a Rusia facilidades en el mercado norteamericano que supone la membresía en la OMC. El Partido Demócrata que a partir de enero controlará el Congreso mantiene una postura rígida respecto al ingreso de Rusia en la OMC. El Congreso no está facultado para convalidar los acuerdos sobre el ingreso en la OMC, pero precisamente de los congresistas depende la abolición de la enmienda Jackson-Vanick que sigue vigente respecto a Rusia, así como la puesta en vigor del régimen de relaciones comerciales normales permanentes (PNTR). Solo en caso de que sea introducido este régimen, Rusia obtendría en el mercado norteamericano ventajas del ingreso en la OMC.
