Rusia lleva el propósito de dominar el 25% del mercado estadounidense de uranio, adelantó ayer el jefe de Rosatom, Serguei Kirienko. En honor a la verdad, para alcanzar este objetivo es preciso conseguir que sean levantadas las restricciones antidumping del 115,8% sobre las importaciones de uranio ruso. Si no se logra arreglar el asunto por las buenas, Rosatom recurriría a instancias judiciales.
Pero esta última variante no promete nada bueno a Rusia. Nadie puede garantizar que el tribunal dicte fallo a favor de la Federación Rusa. Además, de ganar el proceso judicial Rosatom, se necesitarán de 2 ó 3 años para legitimar la abolición del arancel de salvaguarda. De común acuerdo, las partes tardarían un año en hacerlo.
"Lo principal es obtener acceso normal al mercado norteamericano que destaca por su solvencia", declaró Dmitri Evstafiev, jefe de relaciones públicas de Tejsnabexport, compañía que domina un 40% del mercado mundial de uranio, incluido el enriquecido.
Según lo cálculos de Igor Nuzhdin, analista de Solid, la presencia de un 25% en el mercado norteamericano proporcionaría a Rosatom beneficio neto de orden de 150-250 millones de dólares al año. Pero será difícil alcanzar el objetivo propuesto.
"Las medidas de salvaguarda introducidas por EE UU se deben a la baratez de uranio ruso", explica el experto de Financial Bridge, Igor Vasiliev. A su juicio, hay que dar solución al problema en el nivel político. Pero las relaciones entre los dos países dejan mucho que desear por disputas en torno al ingreso de Rusia en la OMC.
