TREINTA AÑOS DESPUÉS DE SU MUERTE, MAO ZEDONG SIGUE SIENDO UNA LEYENDA, UN IDEAL Y UN EXITAZO DE VENTAS EN CHINA

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Pekín, 11 de septiembre, RIA Novosti. Tres décadas después de su muerte, Mao Zedong continúa siendo una leyenda, un ideal y un excelente ítem promocional para los chinos.

‘Mao ha sido un gran líder, siento respeto por él' - confiesa Zhang, quien se dedica a la venta de emblemas revolucionarios y raridades de los años 50-70 del siglo XX en un ‘mercado de piojos' de la capital china.

 

‘Mao Zedong es la encarnación de la historia reciente de China, y aunque cometió algunos errores, jamás habríamos logrado autonomía sin él' - afirma en tono convencido el vendedor, al tiempo que ofrece a los turistas curiosos un amplio repertorio de imágenes del Gran Timonel: las pancartas que retratan a Mao llamando a luchar por el socialismo; las famosas libretas rojas que recogen las citas de sus discursos; los pequeños bustos y las insignias dedicadas al fundador de la República Popular China.

Los símbolos de la Revolución Cultural ocupan todo un piso en la feria de Panjiayuan, visitada por hordas de turistas occidentales. La imagen de Mao aquí es ubicua: está impresa en bolsas,  camisetas, relojes, vajilla y cuanto sirva para uso diario o como recuerdo.

El 9 de septiembre de 1976, fecha en que murió Mao Zedong, nadie se habría imaginado que el Gran Timonel se convirtiese treinta años más tarde en una exitosa marca comercial, y que una empresa privada decidiera poner en subasta su famoso retrato - modelo oficial para miles de copias - que decora todavía las Puertas de Tiananmen, en pleno centro de Pekín. Fue allí donde Mao Zedong proclamó en 1949 la creación de la RPCh.

Las licitaciones, gracias a las cuales la empresa subastadora pensaba ingresar entre 120 y 150 mil dólares, estaban previstas originalmente para el 3 de junio pero la idea despertó una oleada de indignación en la sociedad china. En apenas dos días, el sitio digital sina.com recibió más de 18.000 cartas airadas protestando contra la subasta de esa reliquia.

‘¿Pero cómo se atreven?', ‘¡Es el espíritu de la nación, no una obra de arte!', ‘Al ritmo que vamos, también sacarán a venta las Puertas de Tiananmen' - decía la gente. Como resultado, la subasta del famoso retrato - el único que aún se exhibe públicamente en Pekín - fue cancelada y las autoridades dieron a entender que la obra podría ser traspasada a un museo.

La figura de Mao es poco recurrente ahora en la propaganda pública, y aunque la prensa china ha publicado en estas fechas las memorias de algunos veteranos comunistas, amigos o familiares del Gran Timonel, son materiales que están a tono con las interpretaciones oficiosas. A Mao le definen como ‘gran líder, en cuyo Gobierno el pueblo chino se liberó de la opresión y pudo decidir, por primera vez, su propio futuro'. También se habla de ‘errores' cometidos por Mao durante los últimos años de su vida, aunque ‘sus méritos superan estos fallos con creces'. Uno difícilmente va a encontrar en la prensa china algunas críticas abiertas contra Mao Zedong.

De acuerdo con una encuesta interactiva organiza por sina.com, un 38% de los chinos dicen respetar a Mao por su talento militar; un 26%, por haber sido un gran dirigente político; un 20%, por sus características humanas; un 10%, por haber sido un poeta y un calígrafo; y un 5%, por su ascetismo.

En realidad, la actitud de los chinos a Mao es menos homogénea. Muchas personas que hoy tienen 40 ó 50 años recuerdan en primer término el último período de su Gobierno, o sea, la desastrosa experiencia de la Revolución Cultural.

En estos últimos 30 años, China ha cambiado de forma irreconocible: las habituales bicicletas van cediendo el terreno a los coches de marcas internacionales que ya se producen localmente; el sector privado ha pasado a ser locomotora de la pujante economía china, las antiguas colonias de Hong Kong y Macao han vuelto a la jurisdicción de Pekín; el partido comunista admite a empresarios ricos y establece células primarias en plantas locales de multinacionales norteamericanas; y China, integrada ya en la OMC, es una de las principales fuerzas motrices del desarrollo económico global.

Sigue pendiente el problema taiwanés pero los dirigentes del Kuomintang mantienen una relación excelente con los comunistas de la China continental, otrora sus enemigos acérrimos.

‘Estoy seguro de que a Mao le gustaría ver la apertura y el poderío de la China moderna' - dice su nieto, catedrático de una academia militar.

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