Moscú, 7 de agosto, RIA Novosti. Las sanciones que el Departamento de Estado de EEUU introdujo para ROSOBORONEXPORT y el holding Sukhoi es reincidencia de un viejo mal: la aspiración de extender la vigencia de una ley estadounidense a la esfera de relaciones económicas internacionales.
La cooperación entre la Rusia postsoviética e Irán a partir de mediados de la década del 90 empezó a chocar con la resistencia por parte de Washington. En EE UU, desde 1992 regía una ley que estipulaba la posibilidad de introducir sanciones contra las organizaciones y países que suministren armas a Teherán y Bagdad. Más tarde, en 1996, Irán fue proclamado por EE UU como un "país que apoya el terrorismo internacional y aspira a poseer arma nuclear". (Desempeñó un importante papel en ello la decisión de Rusia de participar en la construcción de la central nuclear en Bushire, ciudad en la parte Sur de Irán). Pero en la primera mitad de la década del 90 la Federación Rusa suministraba a Irán aviones militares, submarinos diesel, carros blindados, sistemas de cohetes antiaéreos S 200, etc. El monto de los contratos en cuestión firmados entre Moscú y Teherán excedía 4 mil millones de dólares.
EE UU logró convencer a Rusia renunciar a la cooperación militar con Irán. Entre Washington y Moscú fue firmado un convenio secreto. En 1995, el vicepresidente de EE UU, Albert Gore, y el primer ministro de Rusia, Victor Chernomirdin suscribieron un documento que le permitía a Rusia llevar a cabo los envíos de armas a Teherán de acuerdo con los contratos ya formados. Rusia no concertaba nuevos convenios con Irán , y EE UU no introducía sanciones previstas por su legislación.
El contenido del acuerdo secreto se hizo del dominio público a finales de 1998, y ya en enero de 1999 los estadounidenses introdujeron las primeras sanciones contra organizaciones rusas, en particular, contra el Instituto de Tecnologías Químicas Mendeleev y el de Equipos Energéticos (NIKIET). Y en abril de aquel mismo año, contra otras tres.
En septiembre de 2003, Washington acusó a una compañía de Tula de estar vendiendo a Irán cohetes y sistemas antitanque "Kornet", prohibiendo a las empresas estadounidenses cooperar con ella durante un año. En abril de 2004, se procedió análogamente contra la Fábrica de Motores Baranov de Omsk.
