VREMIA NOVOSTEI. Moscú ha cometido un craso error al votar por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Corea del Norte.
Este documento no supone ventajas algunas para Rusia, pero sí que las otorga a los norteamericanos y sus aliados japoneses, desatándoles las manos para emprender nuevas acciones con respecto a Corea del Norte. Era de reconocer desde el comienzo mismo que para Rusia, cualesquiera lanzamientos de misiles norcoreanos representan un mal menor que las eventuales acciones de respuesta de EE.UU. y Japón, acciones capaces de alterar la estabilidad y el equilibrio estratégico-militar en el área.
Cualquier agravamiento de la confrontación política en esta región, acompañada del aislamiento de Corea del Norte y la aplicación de sanciones contra este país no responde a nuestros intereses a largo plazo en el Noreste de Asia. De todas las posibles consecuencias negativas en primer lugar cabe mencionar estas tres: pueden darse por sepultadas las perspectivas de arreglo del problema nuclear, los planes de tendido, con la participación de Rusia, del ferrocarril Transcoreano y su empalme con el Ferrocarril Transiberiano para transportar cargamentos en contenedores de Asia a Europa, así como el proyecto de transporte de hidrocarburos rusos al sur de Corea.
Tras la votación en el Consejo de Seguridad, Rusia de hecho entregó a los norteamericanos las palancas de control sobre la situación en torno a Corea del Norte. Al hacerse con éstas, Washington procurará que también en adelante Moscú siga en la estela de su política. Lo más probable es que en la etapa actual EE.UU. pase a elaborar su propio programa de acción para "rematar" a Corea del Norte, partiendo de sus conceptos simplistas de cómo hay que tratar a los "chavales malos".
Cae de su peso que ahora Rusia no podrá sostener un diálogo eficaz con Corea del Norte. Es fácil presagiar una reacción nerviosa de los norcoreanos a los esfuerzos diplomáticos de Rusia en la ONU. Nosotros deberíamos haber dicho a nuestros socios occidentales que Rusia no considera el tema de ensayos misilísticos como motivo suficiente para el agravamiento de la situación en torno a Corea del Norte ni para la adopción de otras resoluciones rígidas, no importan las razones que se aleguen. A raíz de la adopción de la resolución Nº 1695 por el Consejo de Seguridad, en el tema de ensayos misilísticos debe ponerse cruz y raya. Cualesquiera otras acciones conducentes a un mayor aislamiento y sanciones contra Corea del Norte no deben ser apoyadas por Rusia, opinan Alexander Vorontsov, jefe del departamento de Corea y Mongolia en el Instituto de Orientalismo (Academia de Ciencias de Rusia); Oleg Revenko, politólogo.
