Moscú, 28 de julio, RIA Novosti. La prisión preventiva se practica en Rusia con frecuencia injustificada, considera Yuri Kalinin, responsable del Servicio Penitenciario del país.
El pasado año, 65.000 personas fueron liberadas directamente en la sala del tribunal; de ellas, casi 2.000 por ausencia del cuerpo del delito, lo cual significa que habían permanecido en el pabellón de procesados por nada y sin que nadie responda por ello, declara él en una entrevista a Rossiyskaya Gaceta.
La población penitenciaria de Rusia se calcula ahora en torno a 870.000 personas, de las cuales 39.000 han entrado en prisión en este último semestre. El incremento, según Kalinin, es atribuible básicamente a los procesados que, en su mayoría, no han cometido delitos graves y, por tanto, no representan peligro alguno para la sociedad. Si los tribunales deciden luego que esa gente no merece una pena carcelaria, ¿qué sentido tenía haberles guardado bajo custodia previamente al juicio? - pregunta él. Esta situación resulta ‘absolutamente inadmisible' en relación con los menores de edad, prosigue Kalinin. Un chaval que ha robado varias cajas de chocolates entra en prisión, sin que nadie piense qué clase de educación puede recibir en compañía de los criminales y cómo será cuando salga a la calle.
Hay una tendencia al rejuvenecimiento de la población criminal en Rusia, admite Kalinin: el promedio de edad entre los reclusos de cárceles generales es de 22 años, y en las de seguridad, próximo a los 30 años.
También va en aumento el número de las personas condenadas por terrorismo, participación en grupos armados ilegales o extremismo religioso. En la actualidad, hay casi 5.000 presos cumpliendo condena por este tipo de delitos.
