Moscú, 25 de julio, RIA Novosti. Los distribuidores ilegales de las pastillas tailandesas en Rusia no reconocen su culpa en el proceso.
Pero la fiscal María Semenenko afirma que los acusados sabían que las pastillas que ellos distribuían contenían sustancias químicas nocivas para la salud.
Según la investigación, en ciertas personas que las consumían se formó dependencia psicológica con respecto al preparado. Éste inicialmente costaba 235 dólares, pero luego subió hasta 280.
El 13 de marzo de 2004, efectivos del Departamento de Lucha contra el crimen Organizado de Moscú liquidaron la red clandestina de distribuidores de las pastillas en cuestión que se utilizan para adelgazar. Fueron detenidas 10 personas y confiscadas más de 75 mil pastillas introducidas de contrabando en Rusia.
