VEDOMOSTI. ¿Qué hacer con la CEI? ¿Disolverla o mantenerla? Estos temas se debatirán en la cumbre informal de la CEI que se celebrará en Moscú los días 21-22 de julio.
Últimamente, Ucrania y Georgia en reiteradas ocasiones declararon que esta organización es inútil. Hace un año, el presidente ruso Vladimir Putin calificó la CEI de una forma de "divorcio civilizado", pero al propio tiempo dijo que es un "club útil" para discutir problemas económicos y humanitarios.
El principal valedor de la CEI es Nursultán Nazarbaev, presidente de Kazajstán. En la cumbre planea presentar un programa de reformas de la CEI. Según expresó el ministro de Asuntos Exteriores de Kazajstán, Tokaev, "no se trata de reformas radicales". Según el canciller kazajo, "Nazarbaev propondrá centrarse en varios derroteros prioritarios, tales como migración, energía y transporte". Andrei Grozin, jefe del departamento de Asia Central en el Instituto de la CEI (Moscú), opina que Nazarbaev propondría remodelar la CEI a semejanza de la Comunidad Económica Eurasiática (integrada por Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán y Tayikistán; Armenia, Moldavia y Ucrania tienen estatus de observadores). Por ejemplo, fundar un banco parecido al Banco Eurasiático de Desarrollo, instituido por Rusia y Kazajstán en enero de 2006.
Dmitry Vydrin, politólogo ucranio, diputado por la facción parlamentaria Bloque de Yulia Timoshenko, opina que durante la visita a Moscú, el presidente de Ucrania, Víctor Yuschenko, podría presentarle a Vladimir Putin la nueva estructura del Gobierno presidido por Víctor Yanukovich.
Sólo el presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, decidió no asistir a la cumbre. "Este foro no coincide con su horario de trabajo", comenta un funcionario del Kremlin. Ello no obstante, una fuente allegada al Gabinete de la Presidencia de Rusia, está seguro de que la renuencia de Niyazov se debe a que Turkmenistán no pudo llegar a acuerdo con Rusia y Ucrania sobre los suministros de gas.
En cambio, el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, reñido a muerte con Vladimir Putin, decidió acudir a la cumbre e incluso espera mantener un encuentro bilateral con el mandatario ruso. Merab Antadze, viceministro de Asuntos Exteriores de Georgia, manifestó ayer que Saakashvili le presentaría a Putin el plan de arreglo de los conflictos en Osetia del Sur y Abjasia, pero que este documento "no contiene elementos nuevos algunos". La esencia de las propuestas georgianas se reduce a conceder a Abjasia y Osetia del Sur el estatus de repúblicas autónomas en el seno de Georgia que debe ser garantizado por Rusia. Con toda seguridad, las iniciativas de Saakashvili no serán secundadas por Vladimir Putin, se muestra seguro Boris Shmelev, director del Centro de Estudios Políticos Comparativos subalterno del Instituto de Economía (Academia de Ciencias Rusa).
