NOVIE IZVESTIA. Mañana, en Moscú se inaugura la cumbre informal de la CEI. El plato fuerte del programa será la llegada a Moscú de los presidentes de Georgia y Ucrania, Mijaíl Saakashvili y Víctor Yuschenko.
El mandatario ucranio tomó la decisión de asistir a la cumbre tras largas y atormentadoras reflexiones. En cambio, su homólogo georgiano desde el comienzo mismo decidió ir a Moscú y sostener negociaciones personales con Vladimir Putin.
Pero después de que el martes pasado el parlamento de Georgia aprobara la resolución sobre la retirada más pronta de los contingentes de paz rusos acantonados en Abjasia y Osetia del Sur (repúblicas rebeldes en el territorio de Georgia), las negociaciones ruso-georgianas a nivel cumbre resultaron bastante problemáticas. De todas formas, Saakashvili simplemente no tiene otra salida. El conocido politólogo georgiano Paata Zakareishvili ha manifestado en esta relación a "Novie Izvestia" que "si el presidente de veras pretende conseguir la retirada de los cascos ‘azules rusos', debe plantear esta cuestión en la cumbre de la CEI, directamente ante Vladimir Putin".
Mientras tanto, los presidentes de Bielorrusia, Armenia, Azerbaiyán, Tayikistán, Kirguizistán, Kazajstán y Uzbekistán ya confirmaron su participación en la próxima cumbre (el líder turkmeno Saparmurat Niyazov, como ya es de costumbre, pasará por alto el foro). La mayor movilización pública se espera del mandatario kazajo Nursultán Nazarbaev quien, siendo presidente de la CEI, ha preparado un informe sobre la reforma de ésta.
De momento no está claro si arribará a Moscú el presidente de Moldavia, Vladimir Voronin. Según los medios de comunicación, él se limita a insinuar que se presentará al segundo día de la cumbre, para conversar personalmente con el presidente Putin. En este caso, lo mismo que en el de Saakashvili, todo depende del mandatario ruso, porque durante el encuentro con Voronin inevitablemente se volverá a plantear el tema de retirada del contingente de paz rusa, esta vez, desde Transnistria.
El vertiginoso desarrollo de los sucesos en Ucrania al día siguiente después de terminar sus labores la cumbre del G-8 -el inesperado y favorable para Víctor Yanukovich arreglo de la crisis política en Ucrania y un drástico recrudecimiento de la postura de las autoridades oficiales de Tbilisi respecto al contingente de paz ruso- muestran palmariamente que en San Petersburgo tuvo lugar un verdadero regateo sobre los problemas más palpitantes que afectan los intereses de Moscú en la CEI, señala Serguei Lopatnikov, estudioso de la Universidad de Delaware. Las evidencias vienen a apuntar que ha comenzado el proceso de canje de Ucrania y Transnistria, de un lado, por Abjasia y Osetia del Sur. Es muy probable que en Moscú este canje sea convalidado (a título no oficial, por supuesto) ya a nivel de máximos dignatarios de la CEI, concluye el experto.
