TeleSUR / 19/07/2006. Una misión de empresarios y parlamentarios bolivianos encabezada por el vicepresidente de esa nación, Álvaro García Linera, dispensará una visita de tres días a Estados Unidos para buscar la ampliación, por un año, de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA).
La modalidad de arancel cero, ATPDEA, se cierra al final de este año, por lo que la ampliación permitirá mantener el mercado estadounidense para los productos no tradicionales de la nación andina.
Estados Unidos ha impuesto como condición para la extensión del ATPDEA , la suscripción de un Tratado de libre Comercio (TLC) con Bolivia.
El gobierno de Evo Morales ha rechazado abiertamente este convenio por considerarlo perjudicial para la economía boliviana, según lo expresó el vicepresidente Álvaro García Linera.
"Consideramos que el formato del TLC hace daño a nuestros pequeños productores, hace daño a la microempresa y al sector campesino desprotegido. Les hace daño porque somete a competencia a productores con tecnología del siglo 21, con productores bolivianos que tienen tecnología del siglo 16", añadió Linera.
La delegación se reunirá en Washington con autoridades de la administración del presidente estadounidense George W. Bush y del Congreso de Estados Unidos (EEUU) para lograr convenios que permitan la ampliación del acuerdo preferencial arancelario.
Esta campaña boliviana se extenderá hasta el mes de noviembre. Se prevé que a final del año 2006, el parlamento estadounidense tome una decisión sobre el ATPDEA.
"Tenemos un periodo donde vamos a intensificar las visitas, las explicaciones, en la perspectiva de que estas ampliaciones de las preferencias arancelarias se garanticen beneficiado no solo a Bolivia sino a Colombia y Ecuador que a pesar que tienen en marcha TLC, posiblemente sus respectivos congresos no aprueben esos tratados", dijo Linera.
El mercado de EEUU representa un importante ingreso para la economía boliviana. En el ramo textil, las exportaciones hacia Estados Unidos generan unos 80 mil puesto de trabajo y al menos 300 millones de dólares de divisas al año que entran a Bolivia.
