KOMMERSANT. El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, dio su visto bueno para un programa elaborado por el Gobierno de Moscú con el fin de mejorar la imagen de la capital a los ojos de la opinión pública mundial. Se trata de eliminar la información negativa y el bloqueo de las noticias positivas sobre Moscú, a que se dedican ciertos medios noticiosos occidentales, de elevar el interés hacia Moscú por parte de los inversores potenciales y atraer a un mayor número de turistas extranjeros. El Gobierno de Moscú está dispuesto a asignar para estos objetivos más de 700 millones de rublos.
Con este fin se prevé organizar varios tours para los periodistas extranjeros; en verano, una travesía por el río Moscova, y en invierno, su asistencia a la feria "El invierno ruso", así como ofrecer recepciones para los diplomáticos.
También se estipula editar varias revistas de este tema, promover la candidatura de Moscú para celebrar conferencia y exposiciones internacionales y hasta realizar la respectiva labor entre los compatriotas residentes en el exterior.
Según rating internacionales, Moscú no figura entre las ciudades atractivas. De acuerdo con uno que a comienzos de julio publicó la compañía Mercer Human Resource Consulting, la capital rusa es una de las más caras en el mundo para vivir allí. La compañía Cushman and Wakefield, en octubre de 2005 puso a Moscú en el 28 lugar entre los 30 en la lista de las ciudades menos atractivas para la empresa libre.
En el Gobierno de Moscú esperan obtener de grandes compañías internacionales una parte de los recursos que se dirigirán a mejorar la imagen de la urbe. Ello se practica en muchas urbes del mundo. Por ejemplo, en Nueva York, la compañía New York Citu Marketing concierta contratos con empresas para colocar anuncios de sus marcas en la ciudad y viceversa, para estampar atributos representativos de la ciudad en sus productos, lo que aporta cerca de 160 millones de dólares al año.
En opinión de ciertos políticos, dichos planes del Gobierno de Moscú no van a dar ningún resultado. Mejor sería construir más hoteles y garantizar mejor la seguridad de los turistas, dicen ellos.
