TeleSUR / 16/07/2006
El canciller venezolano, Alí Rodríguez, aseguró que las amenazas de Washington llevan a estrechar más los lazos con Cuba y advirtió que un ataque armado a Venezuela significaría "el principio del fin del imperio".
Rodríguez expresó a la agencia de noticias Prensa Latina que las alusiones a Venezuela en un reciente informe del Departamento de Estado son amenazas "que hacen estrechar aún más las relaciones entre ambos países".
Según su criterio ese informe y particularmente el anexo secreto "nos une a la misma suerte y si vamos a correr la misma suerte, pues eso indica que debemos estrechar más las relaciones".
En opinión del ministro venezolano de Relaciones Exteriores ello es válido no solo en el caso de Venezuela y Cuba, sino también con todos los países amigos.
Asimismo aseguró que una agresión militar a Venezuela no sería fácil en tanto implicaría "un muy alto precio para el imperio", aunque -acotó- "seguramente buscarán que otros pongan los muertos".
Rodríguez aseveró que teniendo en cuenta "la trágica historia de los países hermanos muy cercanos a nosotros, incluso en años recientes, no se puede bajar la guardia y pensar que esto no ocurriría en ningún caso".
En ese contexto recordó que ha habido intervenciones "directas", como en Panamá, e "indirectas" como en Chile.
Sin descartarlo, el canciller venezolano opinó que un ataque armado contra su país es muy difícil "porque ellos al hacer sus escenarios, y los han hecho, estiman el costo no solo material sino humano de una invasión a Venezuela".
Muy probablemente un ataque a Venezuela -advirtió- repercutiría dentro del propio territorio norteamericano y en el continente. "No sería un conflicto limitado a las fronteras venezolanas, sino generalizado en el continente. Eso lo saben ellos", subrayó.
Rodríguez estimó también que una agresión armada al país sudamericano "podría marcar o acelerar el principio del fin de este gran imperio y tienen que tener mucho cuidado y pensarlo muchas veces antes de intentarlo".
Al respecto resaltó que Venezuela no es un país con tradición bélica, sino pacífico y con un gobierno pacífico, pero no por ello indefenso. Defenderemos por todos los medios, dijo, las relaciones pacíficas con todos los países, incluyendo Estados Unidos.
Eso, explicó, lo hemos intentado con las autoridades norteamericanas, pero esas tentativas han sido frustradas por la actual administración.
