TeleSUR / 11/07/2006
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, consideró el martes de "inmoral" y "contradictorio" el informe develado por Estados Unidos para desestabilizar el Gobierno cubano, que contempla sanciones a quienes se beneficien de los programas sociales de La Habana en el mundo.
En declaraciones a periodistas, Rangel aseguró que las políticas divulgadas el lunes por la Secretaria De Estado estadounidense, Condoleezza Rice, confirman el "intervencionismo abierto" y "flagrante" de la administración de George W. Bush.
"Su irrefrenable voluntad de avasallar pueblos y violar el derecho internacional lo confirma. Una vez más estamos ante el doble discurso inmoral y contradictorio que caracteriza a los voceros de la Casa Blanca", señaló.
Para Rangel el informe estadounidense --que estipula fondos de 80 millones de dólares para 2007 y 2008 contra el Gobierno cubano yendurece el bloque comercial y económico a la isla-- "es más de lo mismo", porque contiene alusiones hacia Venezuela y por lo tanto no debe ser "subestimado".
"Esto confirma la obsesión de la política norteamericana por el Gobierno del presidente Chávez, hecho que sin lugar a dudas, nos obliga a estar alerta", añadió Rangel.
El vicepresidente venezolano aseguró que las nuevas políticas estadounidenses hacia el Gobierno de Fidel Castro están destinadas "a reactivar las posiciones más reaccionarias y extremas dentro de los Estados Unidos, debido a la brutal caída de la imagen del actual gobernante norteamericano".
Por ello, estas iniciativas buscan "evitar lo que todo indica será una catástrofe para Bush y su partido en las próximas elecciones del Congreso", comentó el funcionario.
Rangel aseguró que la "sigue caracterizada por una deplorable incapacidad para renovarse" y aseguró que ningún país de la región --incluyendo Cuba y Venezuela-estarán "coaccionadas" por amenazas y manipulaciones.
"Ni Cuba ni Venezuela, ni ningún país y pueblo de la región, serán coaccionados con el viejo lenguaje imperial y las amenazas de siempre. Latinoamérica vive un nuevo tiempo, difícil de entender por aquellos que elaboran la política en Washington. Tiempo de plena soberanía e independencia", manifestó.