Buenos Aires, 12 de julio, RIA Novosti. Las elecciones presidenciales celebradas últimamente en América Latina han cambiado el mapa político de la región. A esta conclusión llega en su informe recién publicado Roberto Cuellar, director del Instituto Interamericano para los Derechos Humanos.
Esta prestigiosa organización actúa en el marco de la OEA, supervisando los procesos electorales que se desarrollan en los países latinoamericanos.
A partir de noviembre del año pasado y hasta estos últimos tiempos, las elecciones del Jefe de Estado se celebraron en Honduras, Chile, Bolivia, Haití, Costa Rica, el Perú, Colombia y México.
Sus resultados han mostrado que en la mayoría de los países ningún candidato logró reunir la mayoría absoluta de votos. Pero pese a ello, no hubo masivas manifestaciones de protesta que suele organizar la parte perdedora, se señala en el informe.
Ello indica que las elecciones eran transparentes y democráticas y que los resultados de la votación no fueron falsificados, dice el documento.
En opinión de Roberto Cuellar, ello da motivo para afirmar que en el mapa político de la región se operan serios cambios. En particular, se consolidan los procesos democráticos, gracias a lo cual se hace posible evitar la lucha con el empleo de la fuerza, a pesar de que la sociedad está dividida en dos campos opuestos.
Al propio tiempo, el informante señala como un elemento negativo la comercialización de las elecciones. Como factor decisivo para la victoria de uno u otro candidato interviene no su programa claramente expuesto sino el volumen de recursos asignados para su campaña electoral. Así sucedió, por ejemplo, en el Perú.
Hasta finales del año en curso, las elecciones presidenciales se celebrarán en Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
